II Convocatoria
para la recepción de escritos:
¿Qué es la clínica con mujeres?
Por Kimberly De La Paz
Cuando opté por adentrarme al mundo de la psicología aún no tenia del todo claro lo que pretendía con ello, aunque de todas formas desde un inicio tuve un auténtico interés en tratar de comprender mediante esta disciplina algunos cuestionamientos personales y colectivos que durante mi adolescencia me inquietaban en demasía. Mi intención de querer encontrar algo que calmara o mitigara esa necesidad mía de respuestas me llevó a encontrarme de frente con el psicoanálisis, el cual aún lleno de enigmas pareció al instante poder brindarme una luz con la cual alumbrar mi camino.
Si bien en la actualidad aún no logro comprender del todo ciertos dilemas generales que agobian a la sociedad en la que me encuentro inmersa, puedo decir que el hecho de estar trabajando hoy en día en un espacio psicoanalítico con mujeres me ha llevado a comprender de algún modo la génesis de algunos conflictos personales y colectivos. Conocer a través de la experiencia real casos de mujeres que aún dentro de su subjetividad y particularidad individual parecieran y pareciéramos tener una carga encriptada hasta nuestra medula espinal, de un imaginario bañado de sumisión, violencia y limitaciones de las cuales muchas veces sin darnos cuenta somos herederas.
La relevancia que para mí tiene el psicoanálisis con mujeres, o el psicoanálisis a modo general, radica en que la terapia psicoanalítica resulta ser anacrónica y atemporal en comparación al funcionamiento lógico e inmediato que caracteriza a un sistema capitalista o neoliberal, en donde el ritmo con el que vivimos muchas veces nos lleva a comprender el mundo y a nosotras mismas de una forma superficial, donde intentamos resolver ciertos conflictos internos acudiendo a espacios donde la ley es lo evidente, lo observable y cuantificable, pero donde se resta peso a los sentires individuales de cada sujeto.
Lo que una mujer es no se puede reducir a un síntoma o a un diagnóstico, no puede ser coartado por las garras invisibles que tiene el Estado y el Patriarcado sobre nosotras, porque por más que se intente reducir nuestro ser a simple y burdos términos hay algo de nosotras que siempre aparecerá y el Psicoanálisis precisamente brinda eso: un espacio de escucha donde se busca que aparezca nuestro propio deseo y así poder liberarnos del deseo que tienen otros sobre nosotras, sobre cómo debemos comportarnos, sobre cómo debemos vivir nuestra maternidad y de cómo debemos vivir nuestra sexualidad. La terapia Psicoanalítica nos abre paso entonces a encontrarnos a nosotras mismas más allá de lo que piensen las normas sociales hasta ahora escritas, nos libera de ser habladas por otros y nos invita a hablar de nosotras mismas, a que seamos nosotras quienes creemos nuestra propia historia hasta ahora siempre hablada desde otros.