Finaliza nuestro periodo de pasantías clinicas 2024. ¿Qué es la clínica con mujeres?


Como cada año, nuestra fundacion recibió este 2024 a psicologas interesadas en la clinica psicoanalitica con perspectiva de género dispuestas a adentrarse en la atencion y la escucha de mujeres, desde las particularidades de una clinica situada en nuestro territorio. Al finalizar el programa cada una de nuestras compañeras ha trabajado en un escrito personal que da cuenta de las reflexiones surgidas desde esta experiencia. Les invitamos a leer sus palabras, sentires y pensares y a continuar encontrandonos en el camino hacia un psicoanalisis que des-naturalice la escucha y que reconozca la implicancia en virtud de superar los sesgos patriarcales y heteronormativos de una teoria y praxis que porta consigo una potencia subversiva que siempre esta en riesgo de sepultarse.

Agradecemos con cariño a Betty Colombo, Ana Yovera, Valentina Perez y Tersa Verdejo por sus palabras


Clínica con mujeres, una perspectiva psicoanalítica.

Por Betty Colombo


Para plantarme a responder esta consigna he necesitado el tiempo, las experiencias teóricas, socializaciones en cada supervisión y la practica sesión a sesión con cada paciente que me hizo re pensar lo que creía que era la posición del analista, rol que me corresponde, aun en estado cigoto. Al principio de la pasantía se me pregunto ¿Que es ser mujer? lo que en ese momento pude responder desde lo que para mí significaba, desde la experiencia y desde los roles que me ha tocado asumir para confluir dialécticamente con lo propio y con lo otro. Digo me ha tocado, porque inmersa en una sociedad que prioriza ciertos valores, los del capitalismo y su estructura patriarcal, se nos dota de un género, en este caso femenino y con ello una serie de implicaciones, posibilidades, imposibilidades, fantasías, síntomas, malestares y otras directrices que se expresan en lo particular y que pendiendo de ahí, acomodaran la fantasmática que sirva de base al propio yo, donde ser mujer confluye, con lo que se espera de una mujer y lo que cada una puede hacer con esa espera.Escuchando cada historia de pacientes en la pasantía, tanto en la practica individual como del formato de supervisión grupal, empecé a sentir como estas historias me tocan y luego de dejarme afectar, también me permiten delimitar y cuestionar por ejemplo en los espacios del propio análisis y la supervisión constante la propia implicación. El poder cuestionar y acercarme a comprender la propia implicación de mi yo analista, me adentro a aprender desde mi propio análisis lo que se me pudiera estar jugando en esto que yo llamo ‘’afectaciones de transferencia ‘’ en el campo de la propia implicación, ya que como mujer confluyo, en posiciones donde también he vivido espacios y matices de sublime ternura, así como también determinados matices de violencia, compartiendo algunas generalidades, sororidades y puntos de inflexión. ¿Lo que comparto es con lo que me identifico? ¿Qué queda afuera del propio discurso? Lo particular, comprender el rol de la escucha y los filos hilos que la implicación amolda sobre la escucha significa trabajar para cada vez poder albergar mejor el discurso del otro, para poder realmente percibir, mostrar, interpretar, co – elaborar el discurso de quien está en frente y distinguir su particularidad. En lo politico de ser mujer, como mujeres compartimos un campo político y este campo politico nos hace sujeto y que a su vez nos hace colectivo. Comprender esto, no implica que el trabajo de la analista sea más fácil, al contrario, nos lleva a pensar como desde ciertas lógicas y fantasmáticas sociales, se introyectan maneras de ser, tanto para analista como paciente, que más tienen que ver con el orden social que con el propio deseo. Para encontrar estas particularidades y hacerles lugar, es necesaria la exposición a ciertos conceptos que nos provean del lenguaje para comprender lo que se pone en juego en cada ser mujer, puesto que la transeccionalidad impregna a cada mujer, así como también la manera no estereotipada que cada una intenta desglosar en la propia relación entre sexo biológico, genero, expresión particular de este género y preferencias sexuales. Leyendo a Teresa de Laureti cuando toma conceptos de género en The women studies encuentro, que el sistema sexo-genero encasilla primeramente a las mujeres en las denominadas labores de cuidado, que además tienen la finalidad de sostener una mirada heteronormativa de las personas y sus vínculos para sostener este sistema patriarcal que con tanta violencia oprime, desde lo institucional a lo comunitario, desde el imaginario colectivo que permea el imaginario individual. Es por ello, que a mi parecer la finalidad del dispositivo psicoanalítico en el trabajo con mujeres se encarga de hacer aparecer, articular y desarticular el discurso de la mujer en su particularidad, cuestionando los efectos de las representaciones y autorrepresentaciones o puntos de identificación que a lo largo de la historia personal una mujer va experimentando y que delimitan su subjetividad con todo lo que esta encierra.El dispositivo psicoanalítico en el trabajo con mujeres, tiene la gran responsabilidad de comprender estas violencias vividas como los efectos que deja, en un espacio donde las practicas teóricas y las prácticas políticas de la psicología, y la posición ética por ejemplo, no siempre convergen. A lo largo de la practica pude observar la coexistencia de posiciones desde donde un analista se puede posar, por ejemplo, desde lo estructural con sus tendencias y sistemas de defensas prototípicos para cada estructura con sus correspondientes síntomas, hasta lo singular, lo particular, lo que no es psicologizable netamente, el encuentro con lo real que no siempre encuentra palabra. Creo que desde esta clínica con mujeres, esta última posición (como siempre dependiendo del caso) será la más apropiada, ya que puede contemplar la particularidad de la mujer dentro de las realidades de la violencia de género, ideales, tecnologias de género y dinámicas de genero (maternidad, lo femenino, modelos identificatorios etc).Actualmente me atrevo a decir, que el psicoanalisis con perspectiva de género y la clínica con mujeres, se encuentran en un perenne camino de transición, articulando y desarticulando discursos que saquen a la mujer de un rol pasivo, donde también se la posiciona muchas veces como víctima, lo que genera grandes conflictos de ambivalencia, desde lo que se cree son las nuevas formas de empoderamiento femenino, lo que de alguna manera podría caer en maneras que reproduzcan los efectos de la crueldad experimentada por cada una.Lo que me gustaría tomar del psicoanalisis y de la perspectiva de género, es que ambas cuestionan el orden establecido, en ambos existe el derecho a la singularidad, la fantasía y la verdad histórica. Si bien, la base del psicoanalisis contempla a la mujer como un continente negro y un enigma, también abre la puerta para que la sexualidad sea entendida como una fuera de las lógicas de reproducción, de la norma, del género, de la genitalidad y que también exista una sexualidad infantil y polimorfa, por ejemplo.La norma es la diferencia, en las masas se excluye a las mujeres, pensándolo desde el mensaje freudiano del malestar en la cultura. A su vez en psicología de las masas, libro del mismo autor las mujeres somos, una solución para la masa, así como también lo es el síntoma (máxima expresión de singularidad). En conclusión, un analista debe estar a la altura de la subjetividad de su época y el trabajo con mujeres exige salir de la idea de neutralidad, porque un analista de esta época tiene que oponerse al neoliberalismo, al machismo, al patriarcado y a la reproducción de violencias que entran en las lógicas de poder, pero a la vez ser capaz de recibir las cuestiones subjetivas que aparecen sobre el sujeto dividido en el dispositivo. Esto es abrirse a una verdadera posibilidad de aparecer desde lo subjetivo de cada une así como también lo politico en lo que se articula con y sobre ese gran otro.

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